viernes, 16 de octubre de 2009

Dudas en tu relación de pareja?

En algún momento de la vida de la pareja aparecen dudas relativas a la continuidad, al amor, al compromiso, etc. Aunque es algo normal y generalmente se pueden superar, algunas parejas llevan estas dudas al extremo y rompen la relación sin tener claro por qué ha ocurrido.

¿Son sólo dudas pasajeras?
Relaciones muy duraderas en las que la pareja siempre ha sido lo que buscábamos, cumple los requisitos que siempre hemos querido y estamos contentos y felices por ello. Esta situación se mantiene habitualmente la mayor parte del tiempo, pero a menudo aparecen pequeñas dudas debido a fallos que nuestra pareja comete y que nos provocan malestar.
¿Cúal es el problema? ¿Estos fallos son nuevos? ¿Antes los había cometido pero no les habíamos dado importancia? ¿Estoy pasando un mal momento y todos sus fallos me parecen inaceptables? ¿Soy yo quien tiene un problema y lo focalizo en los fallos de mi pareja?
Deberíamos dar respuesta a todas estas preguntas para estar seguros de que las dudas no son distorsionadas y de que realmente existe un problema.

La influencia de las malas rachas
A menudo puede ocurrir que pasemos una mala racha, ya sea laboral, personal, familiar, etc. y que estemos agobiados y cansados y los pequeños fallos o errores cometidos por otras personas nos resulten insoportables.
Debido a la distorsión que tenemos por nuestro problema, tenderemos a agrandar y a exagerar las cosas negativas y a focalizar nuestra atención solamente en ellas, olvidándonos de lo positivo que nos rodea y que también está ahí.
Esta negatividad puede verse fomentada por la conducta de nuestra pareja que, ante los problemas, no actúa como nosotros esperaríamos de ella, con lo cual se convierte en el chivo expiatorio ideal a quien culpabilizar y responsabilizar de todo lo que ocurre.
Si esta situación se mantiene a lo largo del tiempo, empezando por algo pequeño, sin importancia, y aumentándolo poco a poco y día a día en nuestro pensamiento, acabaremos viendo a nuestra pareja como un obstáculo para conseguir nuestra felicidad y entonces, comenzarán las dudas sobre nuestra relación y su futuro.
Hablando se entiende la genteUna vez más, echamos mano de las habilidades en comunicación para expresar a nuestra pareja lo que sentimos, el momento malo por el que pasamos y lo que esperamos de ella.
No dudes en expresar todos esos pequeños errores que te molestan, ya que así, el otro podrá enmendarse o darte una visión distinta de los hechos, a fin de que no mantengas esta actitud hacia tu pareja ni la refuerces con otros errores.
Si dejas pasar el tiempo sin hablar, tu hipótesis cobrará más fuerza y te dedicarás a buscar pruebas que la justifiquen. Todos sabemos que si buscas pruebas de un mal comportamiento o aptitud, las encontrarás sin duda, aunque éstas sean distorsionadas. Pero te servirán, ya que justifican tu idea, y te ayudarán a llegar a una conclusión, aunque ésta sea errónea.
El miedo, el peor enemigo
En relaciones de larga duración, que siempre han estado bien, sin problemas especialmente graves, y en las que uno de los miembros empieza a dudar sin motivo aparente, tendremos que analizar la situación a nivel individual.
Buscaremos características de personalidad concretas que puedan hacer que esta persona tenga dudas después de tanto tiempo. Probablemente, aparezcan en ella inseguridades y miedos, lo cual es lícito y surge en muchas personas, pero no podemos dejar que estos miedos rompan algo que tanto tiempo nos ha costado construir.
El miedo al fracaso, a que la relación no sea para siempre, a que nos vaya mal, a no tener trabajo, a no saber mantener una casa, a no saber cuidar de los hijos, a no sentirse querido, etc., pueden empezar a boicotear nuestra autoestima y a dañar la relación que tenemos.
La mejor receta para superar los miedos es enfrentarse a ellos, buscando en tu interior tus puntos fuertes y agarrándote a ellos para superar las trabas. Ninguna relación es fácil y, desde luego, no podemos tener una seguridad al 100% de que vaya a funcionar, pero si no lo intentamos y no luchamos por ello, seguro que no funcionará.
Olvídate de todos los pensamientos negativos que te rodean, o bien compártelos con tu pareja, intentando buscar juntos un razonamiento distinto a la nueva situación.
La visión de túnel
Habitualmente, ante los problemas, tenemos una visión de túnel, es decir, no vemos alternativas de solución y nos centramos únicamente en un punto.
Aprovecha la ocasión para buscar alternativas, por muy descabelladas que parezcan. Luego habrá tiempo de buscar la ideal y de ponerla en práctica, pero lo primero ante estas dudas es buscar un razonamiento alternativo y diferente.
Si no ves más allá y no encuentras algo distinto, pide ayuda a tu pareja o a algún amigo que sea objetivo. No caigas en la trampa de dejarte llevar solo y exclusivamente por tu propio razonamiento.
Si durante tanto tiempo has pensado lo contrario, ¿por qué ahora cambias de opinión? Busca soluciones y alternativas. Lo más fácil es tirar la toalla y retirarse, pero así no conseguirás superar tus miedos y volverá a ocurrirte lo mismo en una futura relación.

1 comentario:

  1. Hola, me parece muy interesante lo q has escrito, pues estoy pasando por un mal momento en mi relación donde me han empezado a surgir muchas dudas, y la verdad es q me has hecho reflexionar sobre lo q me pasa. Me has ayudado a ver q quizás el problema esté en mi, y q por lo tanto puedo solucinarlo. Gracias!

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